¿CÓMO GESTIONAN LOS GANADEROS LA SANIDAD ANIMAL?

Los ganaderos gestionan la sanidad animal conjuntamente con un veterinario y otros expertos. Todo empieza con la selección de los animales, cuando el ganadero busca atributos como longevidad, robustez, eficiencia de recursos e impacto ambiental. Luego entra en juego el plan de gestión de sanidad animal, que comprende conceptos tales como las medidas de bioseguridad, un buen alojamiento, la buena higiene, una nutrición adecuada, la monitorización regular de la salud y el bienestar incluyendo las vacunas necesarias, y el tratamiento de enfermedades en caso necesario.

Los animales, al igual que las personas, pueden enfermar, independientemente del manejo en la granja, y requieren los cuidados adecuados del veterinario y del ganadero. Reducir las infecciones en animales es esencial para mejorar la seguridad alimentaria y la producción de alimentos y reducir el posible sufrimiento del animal. Las buenas prácticas de cría, bioseguridad e higiene son esenciales para proteger la sanidad y bienestar animal en las granjas europeas.

El uso de vacunas para la prevención de enfermedades, junto con una buena higiene, planes sanitarios para los rebaños y una buena nutrición son los primeros elementos para reducir la incidencia de enfermedades bacterianas. Siempre que sea posible, los ganaderos siguen el criterio «mejor prevenir que curar». La utilización de pruebas diagnósticas y tecnologías innovadoras como la monitorización digital también pueden favorecer la detección precoz de enfermedades y facilitar un punto de apoyo para una gestión sanitaria más enfocada.

Pero a pesar de nuestros mejores esfuerzos, los animales, al igual que las personas, pueden enfermar. La responsabilidad del ganadero es proporcionar los cuidados adecuados siguiendo las recomendaciones de un veterinario en el caso de que la enfermedad aparezca.

¿QUÉ ES LA SELECCIÓN GENÉTICA DE LOS ANIMALES Y POR QUÉ ES IMPORTANTE?

Aquellas personas con una imaginación muy vívida podrían imaginar que la selección genética trata de crear gallinas enormes y vacas gigantescas, pero esto es ciencia ficción. La reproducción y la selección de los mejores atributos en los animales son aspectos importantes para la resistencia y la adaptación animal, y esta práctica se centra habitualmente en la selección de las mejores características para mejorar la salud, la resistencia a las enfermedades, la eficiencia en el aprovechamiento de los piensos, etc.

La reproducción animal tiene una función esencial dentro de la cadena alimentaria europea, proporcionando un punto de equilibrio para la eficiencia, la disponibilidad y la mínima carga posible para el medio ambiente. El objetivo de la reproducción de animales de granja es apoyar una producción ganadera más sostenible mediante la selección de rasgos como la longevidad de los animales, la robustez, la eficacia, el impacto ambiental, y la sanidad y bienestar animal, y a la vez servir de aproximación a las cuestiones esenciales de la seguridad de los alimentos, la salud pública, la calidad de los productos y la conservación de la diversidad genética, entre otras.

A modo de ejemplo, la mejora genética de cerdos, aves y peces a lo largo de los últimos 30 años, junto con la ciencia de la nutrición animal, han hecho posible una mejora significativa del índice de conversión sin afectar al bienestar animal. Los animales de producción ahora son más eficientes a la hora de convertir el pienso en producto de origen animal, lo que significa que los ganaderos necesitan emplear menos pienso para obtener los mismos –o incluso mejores– resultados. Esta es una ventaja económica para el ganadero, pero también ofrece beneficios de cara al medio ambiente debido a una menor producción de estiércol, y por tanto una menor excrección de nitrógeno.

La reducción en la utilización de pienso se considera un uso eficiente de recursos, uno de los aspectos fundamentales de la sostenibilidad. Nuestro mercado, cada vez más globalizado, exige que los criadores puedan suministrar en cualquier lugar y para todo tipo de granja, y por tanto un stock de reproductores más eficiente ayudará a poder responder a una demanda cada vez mayor de productos ganaderos. Los criadores responsables intentan responder a esta demanda de la manera más equilibrada posible, seleccionando animales que pueden producir de forma económicamente viable, y a la vez cuidando de los animales y haciendo un uso eficiente del pienso y otros recursos que son imprescindibles para una buena reproducción animal.

Fuentes:
- Code of Good Practice for Farm Animal Breeding and Reproduction Organisation

LOS POLLOS EN SISTEMAS INTENSIVOS ENGORDAN MÁS RÁPIDO. ¿ES ESTO CIERTO?

Las aves crecen rápidamente de forma natural. Mediante la reproducción selectiva, los pollos y los patos domésticos crecen aún más rápido.

Las técnicas de cría modernas han logrado optimizar el crecimiento de las aves, la ingesta del pienso, junto a una buena sanidad y bienestar animal. Al contrario de lo que pueden creer algunas personas, y a diferencia de lo que a veces informan algunos medios, las aves de granja no tienen patas que se rompen fácilmente, ni tienen problemas para soportar su propio peso. La idea de que las aves no se pueden mover, comer o beber también es falsa, y no solo sería perjudicial para el ave, sino que iría en detrimento a la inversión del productor. ¡Ningún ganadero quiere perder animales!

En la selección se trabaja con los mejores rasgos genéticos para que los productores puedan producir pollos sanos. De hecho, criar aves sanas y resistentes es el objetivo de los productores avícolas para así cumplir con los estándares europeos de sanidad y bienestar animal, y a la vez fomentar técnicas de producción responsables y sostenibles. Puede presentarse alguna dificultad de crecimiento debido a las carencias nutricionales, pero se puede resolver con una mejor alimentación.

Una directiva de la UE de 2007 también establece unas disposiciones mínimas para la protección de los pollos destinados a la producción de carne.  El propósito es reducir la aglomeración al establecer una máxima densidad de población, y de asegurar un mejor bienestar animal a través de requisitos tales como la iluminación, la cama, el pienso o la ventilación.

Fuentes:
Directiva 2007/43/CE del Consejo de 28 de junio de 2007

¿POR QUÉ SE UTILIZAN ANTIBIÓTICOS? ¿EXISTE ALGUNA ALTERNATIVA?

Al igual que cuando enferman las personas, hay ocasiones en las que los ganaderos necesitan recurrir a los antibióticos cuando los animales se ponen enfermos por una infección bacteriana. En Europa únicamente se pueden prescribir antibióticos tras el diagnóstico de un veterinario, y existen normas muy exigentes relativas a cuándo y cómo se pueden utilizar.

Controlar la sanidad de los animales en las granjas puede requerir el uso de medicamentos veterinarios, incluidos los antibióticos. Independientemente de la clase de manejo empleado en la granja, los animales, al igual que las personas, pueden enfermar y los ganaderos tienen la obligación moral y legal de mantener sanos a sus animales y asegurarse de que reciban el tratamiento adecuado. Es por ello que a veces los ganaderos necesitan administrar antibióticos.

Los antibióticos se utilizan únicamente para tratar animales enfermos siguiendo las indicaciones de un veterinario. En Europa los antibióticos solo se pueden adquirir con receta veterinaria, y por tanto se pueden usar únicamente si hay diagnóstico por parte de un veterinario y con prescripción veterinaria. 

El veterinario puede recetar antibióticos para controlar una enfermedad en un grupo de animales cuando ya hay uno o más animales afectados para prevenir el contagio de una infección cuando no existen otras alternativas adecuadas. El veterinario también puede recetar antibióticos para un animal en concreto o para un número reducido de animales para prevenir infecciones cuando existe alto riesgo de contagio, por ejemplo, después de ciertas intervenciones quirúrgicas. Los antibióticos no se pueden utilizar de manera rutinaria, ni para compensar una mala higiene, una cría inadecuada o una mala gestión de la granja. En Europa los ganaderos han suscrito los principios de Uso Responsable de la Plataforma Europea para el Uso Responsable de Medicamentos (EPRUMA) siguiendo el marco de Mejores Prácticas para el uso de antibióticos en animales destinados a la producción de alimentos. EPRUMA establece una serie de directrices sobre cómo impulsar la sanidad animal óptima como parte de un plan de gestión de granja, con el objetivo de reducir la necesidad de utilizar antibióticos. 

Las directrices se basan en un enfoque holístico hacia la reducción de enfermedades mediante una aproximación basada en la prevención del contagio, y comprenden los siguientes puntos:

  • Bioseguridad: un conjunto de medidas preventivas que tienen como objetivo mantener sanos a los grupos de animales o controlar el contagio entre una población animal
  • Buen alojamiento y ventilación
  • Buena higiene
  • Nutrición adecuada
  • Monitorización sistemática de la sanidad y bienestar
  • Planes sanitarios
  • Uso de pruebas diagnósticas
  • Vacunación
  • Informar de cualquier acontecimiento adverso al sistema de farmacovigilancia

España es miembro de esta Plataforma Europea, a través de la iniciativa “Vetresponsable”, iniciativa de uso responsable de medicamentos veterinarios, incluidos los antibióticos www.vetresponsable.es

A través de la iniciativa “Vetresponsable” se han desarrollado guías por especie sobre el uso responsable de medicamentos veterinarios incluidos los antibióticos.

¿No existen otras alternativas al uso de antibióticos?

Cuando un animal está afectado por una enfermedad bacteriana, no hay alternativas al tratamiento con antibióticos para ese animal. No obstante, existen ciertas acciones y productos para prevenir la infección que pueden reducir la necesidad de usar antibióticos. Estos se pueden dividir en dos categorías: 

  • Preventivas: bioseguridad, buen alojamiento y ventilación y el uso de vacunas que protegen a los animales de ciertas enfermedades
  • De apoyo: aquellos productos que ayudan a mantener la buena sanidad animal, como una nutrición óptima y los probióticos

Actualmente no existen alternativas terapéuticas a los antibióticos autorizadas para su uso en el ganado en Europa, pero sí existen una variedad de productos que mejoren la susceptibilidad, como pueden ser los modificadores de virulencia. 

La nutrición tiene una función importante, incluso esencial, para mantener una óptima sanidad y bienestar animal. Los aditivos que se utilizan en los piensos para animales de granja contribuyen de forma crucial para asegurar una nutrición adecuada y un óptimo bienestar animal. Dichos ingredientes no solo garantizan la seguridad del pienso (por ejemplo, al reducir la presencia de microorganismos no deseados), sino que pueden mejorar la digestibilidad y mantener el equilibrio de la flora intestinal del animal, apoyando el bienestar, resistencia y adaptación a posibles infecciones o factores de estrés.

¿SE UTILIZAN LOS ANTIBIÓTICOS COMO PROMOTORES DE CRECIMIENTO EN EL PIENSO?

No. La utilización de antibióticos para promover el crecimiento se prohibió en 2006 de acuerdo con el Reglamento sobre los aditivos en la alimentación animal Reglamento (CE) Nº 1831/2003 del Parlamento Europeo y del Consejo de 22 de septiembre de 2003 sobre los aditivos en la alimentación animal como medida para afrontar la resistencia a los antibióticos. 

Que el uso de antibióticos como promotores de crecimiento esté prohibido en Europa es un hecho que muchas personas desconocen. Así se ha demostrado en el barómetro Europeo más reciente, que revela que solo el 38% de los ciudadanos de la UE saben que utilizar antibióticos como promotores de crecimiento en los animales de granja está prohibido dentro de la Unión Europea.  

Desde la prohibición de la UE en 2006 del uso de antibióticos promotores del crecimiento, otros continentes han adoptado este ejemplo, respaldando la postura de la UE como región de mejores prácticas, tal y como se describe en el Plan de Acción «One Health» de la UE sobre Resistencia a los Antimicrobianos.

Fuentes:
- Reglamento (CE) Nº 1831/2003 del Parlamento Europeo y del Consejo de 22 de septiembre de 2003 sobre los aditivos en la alimentación animal
- http://europa.eu/rapid/press-release_IP-05-1687_en.htmEurobarómetro Especial 478 sobre Resistencia a los Antimicrobianos 2018

¿LOS PIENSOS INCLUYEN INGREDIENTES QUE PROCEDAN DE CULTIVOS MODIFICADOS GENÉTICAMENTE?

Los animales de granja reciben una dieta que puede contener ingredientes procedentes de cultivos modificados genéticamente (MG). Es ampliamente conocido, por ejemplo, que una alta proporción de piensos con soja que se utilizan en la UE están producidos utilizando soja modificada genéticamente.

Todos los piensos y ingredientes para piensos producidos a base de cultivos MG que se utilizan en la UE han sido evaluados para garantizar la seguridad de los alimentos y los piensos por la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA). Existe una amplia bibliografía científica que respalda la opinión de que los cultivos MG autorizados son tan seguros para el consumo humano o animal que sus equivalentes no modificados genéticamente. Es más, se han utilizado materiales derivados de los OMG en la fabricación de piensos durante más de 25 años. La actual aplicación de tecnologías de modificación genética en los cultivos se centra en mejorar los atributos beneficiosos para los productores de cultivos, como un mayor rendimiento y un uso reducido de pesticidas, lo que significa que los materiales para piensos derivados de cultivos MG disponibles hoy en día no tienen ninguna ventaja ni desventaja nutricional en concreto para las granjas europeas.

Debido a la amplia penetración de la tecnología de los OMGs en los grandes países exportadores de productos agrícolas (por ej. EE.UU., Brasil o Argentina), los ingredientes para piensos derivados de los OMGs están a la orden del día en el comercio global de productos básicos, sobre todo cuando se trata de la soja o el maíz. Si tenemos en cuenta que la UE sigue dependiendo del mercado global para el suministro de piensos, sobre todo las materias primas para piensos altas en proteínas (30-50% del contenido en proteína), los operadores en la UE tienen que importar ingredientes para piensos que proceden de cultivos de OMG.

Los piensos que reciben los productores ganaderos que tengan una proporción mayor del 0,9% de ingredientes procedentes de cultivos MG están etiquetados consecuentemente. En diferentes Estados Miembros se han desarrollado iniciativas para responder a la demanda de productos de origen animal procedentes de animales que hayan sido alimentados con piensos no procedentes de OMG. Por tanto, los consumidores pueden elegir si prefieren comprar este tipo de producto de origen animal.

Fuentes:
- Reglamento (CE) Nº 1829/2003 del Parlamento Europeo y del Consejo sobre alimentos y piensos modificados genéticamente fue aprobado el 22 de septiembre de 2003.

LOS ANIMALES CONSUMEN EL 70% DE LOS ANTIBIÓTICOS EN EUROPA. ¿ES ESTO CIERTO?

Aunque esta cifra es técnicamente correcta, hay que saber lo que significa exactamente. Es una cifra que se cita a menudo, pero resulta engañosa, ya que conseguir esta cifra utilizando el volumen bruto de antibióticos es una manera artificiosa de comparar el uso de antibióticos en humanos y en animales. El factor de corrección calculado para la biomasa de una población indica un menor consumo de antibióticos en ganado que en personas en 18 países de la UE.

El volumen bruto de antibióticos como medida no tiene en cuenta dos factores muy importantes:

  • La potencia o actividad del antibiótico: la mayoría de los antibióticos nuevos utilizados en la medicina humana son más potentes, y por tanto requieren una dosis menor que los antibióticos más antiguos utilizados habitualmente en la medicina veterinaria. Es decir, una «dosis terapéutica» de los nuevos antibióticos utilizados habitualmente en la medicina humana pesa menos que la «dosis terapéutica» equivalente de los antibióticos más antiguos utilizados habitualmente en la medicina veterinaria. Por ello es más revelador comparar el número de dosis terapéuticas utilizadas en cada sector.
  • Biomasa: la dosis de un antibiótico se calcula según el peso corporal del paciente. Por tanto, una vaca lechera que pesa 650 kg requiere una dosis mucho mayor que una persona que pesa 80 kg. El número de animales también influye. Los pollos, por ejemplo, aunque pesan mucho menos, son mucho más numerosos, y se producen miles de millones de pollos todos los años para su consumo en la UE. Debido a esto, los miligramos de antibióticos por kilogramo de peso corporal (mg/kg peso corporal) es una manera más acertada de medir el volumen que se utiliza.

Un informe reciente de la UE dice: «En 18 de los 28 países, el consumo teniendo en cuenta el factor de corrección calculado para la biomasa de una población fue más bajo o mucho más bajo en los animales destinados a la producción de alimentos que en los humanos; en dos países, el consumo fue parecido entre ambos grupos; y en los otros ocho países, el consumo fue más alto o mucho más alto en los animales destinados a la producción de alimentos que en humanos».

Fuente:
ECDC/EFSA/EMA second joint report on the integrated analysis of the consumption of antimicrobial agents and occurrence of antimicrobial resistance in bacteria from humans and food-producing animals

¿EXISTE RIESGO DE RESIDUOS DE MEDICAMENTOS O ANTIBIÓTICOS EN LOS ALIMENTOS QUE CONSUMIMOS?

No, no hay residuos nocivos de antibióticos en los alimentos que consumimos. La rigurosa normativa de la UE protege a los consumidores de la presencia de cualquier residuo nocivo en los alimentos de origen animal al establecer un periodo de supresión para que los antibióticos o cualquier otro medicamento sean eliminados del animal antes de que los alimentos entren en la cadena alimentaria.

Proteger al consumidor

La legislación establece que los alimentos como la carne, la leche o los huevos procedentes de animales tratados con medicamentos veterinarios o expuestos a biocidas utilizados en la agricultura y la ganadería no pueden contener ningún residuo que pueda representar un peligro para la salud del consumidor. La normativa europea establece por tanto unos «tiempos de espera». Se refiere al tiempo mínimo que tiene que transcurrir entre el tratamiento del animal y el momento en que el animal o los productos procedentes del mismo pueden entrar en la cadena alimentaria. Se han establecido tiempos de espera para cada medicamento veterinario para garantizar que si hubiera algún residuo presente, que este se encuentre por debajo de los niveles específicos establecidos científicamente (límite máximo de residuos -LMR-). La cantidad de un medicamento veterinario presente en los animales tratados y en los productos procedentes de los mismos, como la leche o los huevos, disminuye con el tiempo a medida que el organismo lo metaboliza y lo elimina. Los nuevos medicamentos veterinarios elaborados para su uso en animales destinados a la producción de alimentos tienen que ser sometidos a una serie de pruebas para establecer el tiempo de espera como parte de la batería de pruebas que tienen que ser presentadas por las empresas que solicitan autorización para  un nuevo medicamento.

Así se garantiza que no haya ningún residuo nocivo en los alimentos que consumimos. Como medida cautelar, los límites máximos de residuos a menudo están miles de veces por debajo del nivel en el que cualquier traza de medicamento pudiera afectar a la salud del consumidor. 

Dichos límites están rigurosamente controlados por las autoridades de cada país para garantizar la inocuidad de todos los alimentos de origen animal.

Reglamentos de la UE sobre residuos 

Todos los medicamentos veterinarios están regulados de forma rigurosa, asegurando la calidad, seguridad y eficacia tanto para animales y personas como para el medio ambiente. Existe además una variedad de medidas de seguridad para proteger a los consumidores. Cuando un animal ha sido tratado con medicamentos, organismos reguladores como la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) y el CODEX (un organismo de normalización respaldado por la FAO y la OMS) establecen unos límites exigentes en relación con los niveles de residuos permitidos en la cadena alimentaria. Todos los medicamentos veterinarios, incluidos los antibióticos, que se utilicen en los animales de producción tienen un límite máximo de residuos (LMR) establecido en el Reglamento 470/2009 sobre LMRs y enumerado en el Reglamento 37/2010. El organismo responsable de valorar la seguridad de los residuos es el Comité de Medicamentos Veterinarios (CVMP) de la EMA. Se requieren varios pasos para establecer los límites máximos de residuos. Para cada paso, los organismos reguladores incluyen un factor de seguridad diseñado para minimizar los posibles riesgos a las personas que consumen productos provenientes de animales tratados. 

El último informe de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA 2019) sobre los resultados del control de residuos de productos medicamentosos veterinarios revela que para los residuos en general, el 99,7% de las muestras cumplían con los límites máximos. En relación con los productos antibacterianos, incluidos los antibióticos, el 99,83% cumplían con los límites. Las muestras son analizadas según la normativa de la UE: Directiva 96/23/CE del Consejo relativa a las medidas de control aplicables respecto de determinadas sustancias y sus residuos en los animales vivos y sus productos.

Fuentes:
- https://eur-lex.europa.eu/legal-content/ES/TXT/HTML/?uri=CELEX:32009R0470&from=ES
- https://eur-lex.europa.eu/legal-content/ES/TXT/HTML/?uri=CELEX:32010R0037&from=EN
- http://www.efsa.europa.eu/en/news/veterinary-drug-residues-animals-and-food-compliance-safety-levels-still-high
- https://eur-lex.europa.eu/legal-content/ES/TXT/HTML/?uri=CELEX:31996L0023&from=EN

EN LA GANADERÍA ECOLÓGICA, LOS ANIMALES NO RECIBEN MEDICAMENTOS NI VACUNAS. ¿ES ESTO CIERTO?

Independientemente del método utilizado para criar a los animales, los animales pueden enfermar y los ganaderos tienen la obligación moral de mantener sanos a sus animales, así que los animales criados de forma ecológica pueden ser tratados con medicamentos si están enfermos, o con vacunas para prevenir una enfermedad.

Tanto en los sistemas ecológicos como los convencionales se pueden prescribir antibióticos para tratar las infecciones bacterianas. El Reglamento de la UE sobre producción ecológica y etiquetado de los productos ecológicos estipula que: 

  • Cuando un animal sufra una enfermedad, los medicamentos veterinarios alopáticos incluidos los antibióticos pueden utilizarse bajo condiciones estrictas. Esta práctica solo se permite cuando el uso de productos fitoterapéuticos, homeopáticos u otros es inadecuado. 
  • Está permitido el uso de medicamentos inmunológicos veterinarios, por ejemplo, vacunas. Con excepción de las vacunaciones, los tratamientos antiparasitarios y los programas de erradicación obligatorios, cuando un animal o un grupo de animales reciba más de tres tandas de tratamiento con medicamentos veterinarios alopáticos de síntesis química, incluidos los antibióticos, en un plazo de doce meses (o más de una tanda de tratamiento si su ciclo de vida productiva es inferior a un año), ni los animales afectados ni los productos derivados de ellos podrán venderse como productos ecológicos.

El reglamento también establece que:

  • Se prohíben el uso de factores de crecimiento y de aminoácidos sintéticos (téngase en cuenta que el uso de antibióticos como factores de crecimiento está prohibido en TODOS los sistemas de producción ganadera en Europa desde 2006).
  • Para la reproducción se utilizarán métodos naturales; sin embargo, se permitirá la inseminación artificial.
  • No se permite el uso de hormonas u otras sustancias con efectos similares, salvo como tratamiento terapéutico veterinario en el caso de un animal concreto. 

Reglamento (UE) 2018/848

LA GANADERÍA DE PRECISIÓN Y LA SANIDAD Y BIENESTAR ANIMAL: ¿CONSISTE SIMPLEMENTE EN ELIMINAR A LAS PERSONAS?

La ganadería de precisión no trata de eliminar a las personas. La teoría que apoya este concepto, a pesar de que interactúa con la tecnología, está basada en mejorar y optimizar las tareas diarias del ganadero. Esto incluye tanto la sanidad y bienestar de los animales como la productividad.

Términos como la digitalización y la ganadería de precisión pueden sonar futuristas y hacer que pensemos en sistemas agrícolas donde todo está hecho por máquinas, pero no es el caso.  En realidad, la ganadería de precisión trata de buscar formas de facilitar y de hacer más preciso el trabajo del ganadero mediante las tecnologías disponibles. 

Desde el principio, toda la teoría de la ganadería de precisión se basa en mejorar y optimizar los distintos procedimientos que debe efectuar el ganadero cada día. Esto incluye varios elementos como la sanidad y bienestar de los animales, el control del uso de recursos, la productividad, etc. También permite recoger datos y compartirlos. Esta es una de las razones por las que los ganaderos europeos y sus socios se acogen al Código de conducta de la UE sobre el intercambio de datos agrarios.

La tecnología inteligente emergente ofrece la posibilidad de que el ganadero pueda detectar y tratar las enfermedades en los animales antes de que se conviertan en un brote que pueda afectar la vida de cientos de animales y destrozar el sustento del ganadero. La utilización de la tecnología inteligente posibilita la detección precoz de enfermedades. Mediante el control continuo del ganado, los veterinarios y ganaderos tienen información en tiempo real a su disposición, lo que les permite actuar para proteger las granjas y la cadena alimentaria de posibles enfermedades.

Las nuevas tecnologías también permitirían a los ganaderos maximizar el uso eficiente de piensos y otros recursos para evitar desperdicios y limitar la huella de carbono de los animales.  

Y quizá más importante, la ganadería de precisión puede favorecer las condiciones de bienestar mediante la medición sistemática y objetiva de los constantes vitales de los animales durante toda su vida para detectar cualquier cambio. Por ejemplo, investigadores en KU Leuven en Bélgica han desarrollado un micrófono y un sistema de algoritmos que emplea aplicaciones de monitorización y análisis acústicos que puedan aislar de otros ruidos el sonido de un cerdo tosiendo. Otro ejemplo es la detección precoz de cojera mediante video análisis. Usada como sistema de alerta, esta tecnología permite que los ganaderos y veterinarios puedan intervenir con más rapidez para reducir el riesgo de que un animal sufra una enfermedad grave y prolongada, reduciendo en algunos casos la necesidad de utilizar antibióticos. 

En España, el proyecto VIGIASAN “Empleo de Tecnologías para evaluar el estado de salud, bienestar y productividad en ganado”, tiene como finalidad principal el desarrollo de tecnologías e innovaciones (software y hardware) en materia de vigilancia en ganado porcino y bovino (extrapolable a otras especies), que permitan la detección temprana de problemas sanitarios.

Estos sistemas pueden configurarse para enviar alertas a los ganaderos y veterinarios por SMS, mediante una App o a través un cuadro de mandos digital, notificándoles en el acto de un posible problema sanitario. En un futuro, esta tecnología podría también estar conectada a un controlador de climatización que adaptase las condiciones como reacción terapéutica a un problema sanitario. ¡Por ello es importante que todos los ganaderos tengan acceso a Internet de banda ancha en Europa!

¿QUÉ ES LA PRODUCCIÓN DE PIENSOS COMPUESTOS?

La producción del pienso compuesto es un proceso mediante el cual se elaboran alimentos basándose en la ciencia más avanzada de la nutrición animal y la tecnología de fabricación de piensos para crear una ración de pienso segura y equilibrada.

Los piensos compuestos se pueden emplear como alimento completo, pero también como pienso complementario, que se añade a otros tipos de alimentos disponibles en las granjas. La ciencia de la nutrición animal es la base para formular la mezcla de ingredientes óptima para piensos que tenga un contenido en proteína, energía, fibra, minerales y vitaminas que satisfaga las necesidades nutricionales de los animales de granja para una salud y rendimiento óptimos.

Anteriormente, los parámetros clave de la ciencia de la nutrición animal se centraban en el contenido bruto de proteínas, grasas y fibra. Hoy en día, los indicadores de las necesidades nutricionales de los animales se basan en aminoácidos digestibles, la biodisponibilidad de los minerales, microingredientes (por ej. enzimas, estabilizantes de la flora intestinal) y la identificación y neutralización de factores antinutricionales. La formulación innovadora también reduce la exposición de los ganaderos a partículas finas de los posibles polvos procedentes del pienso.

La tecnología de fabricación de piensos compuestos va mucho más allá de simplemente moler y mezclar ingredientes. Con la inversión en equipos industriales “inteligentes” que funcionan con alta tecnología, los fabricantes de piensos tienen ya la capacidad de llevar a cabo procesos específicos con unos objetivos bien definidos. Cada proceso, incluidos la molienda, granulación, acondicionamiento, aplicaciones post-pelleting y protección frente a la degradación ruminal, tiene un efecto deseado en el rendimiento, sanidad y bienestar animal, en el medio ambiente, y en la calidad del producto de origen animal.

¿QUÉ SON LOS ADITIVOS PARA PIENSOS? ¿PODEMOS EVITAR SU USO?

Los aditivos para piensos son ingredientes que se añaden a los piensos en pequeñas cantidades para desempeñar ciertas funciones importantes. Por ejemplo, pueden mejorar las propiedades de los piensos proporcionando un mayor valor nutricional, mejorando la textura y el sabor, emulsionando y conservando el pienso. Algunos ejemplos fácilmente reconocibles por todo el mundo son vitaminas, aminoácidos (componentes de las proteínas), conservantes y antioxidantes, entre otros.

La mayor parte de la dieta de los animales de granja se basa en maíz, trigo y soja. Para evitar posibles carencias y asegurar que todos los nutrientes esenciales sean asimilados por el organismo, es necesario el uso de aditivos. Estos ingredientes tienen la función esencial de garantizar una buena nutrición animal, y por consiguiente, una buena sanidad y bienestar animal. 

Los aditivos para piensos también proporcionan otros beneficios. Entre otras funciones, pueden reducir la huella ambiental de las granjas, además de mejorar el bienestar animal al aumentar la resistencia a enfermedades infecciosas. 

Los aditivos para piensos son ingredientes que se añaden a los piensos en pequeñas cantidades (miligramos por kilogramo) para desempeñar ciertas funciones importantes. Algunos de estos ingredientes son esenciales, lo que significa que el organismo no los produce de forma natural, y el animal tendría carencias de estos ingredientes esenciales si no se incluyeran de forma específica en su dieta. Los aditivos también pueden mejorar las propiedades de los piensos, mejorando el valor nutricional, el sabor y la textura, además de ayudar a preservar la calidad, frescor e integralidad. Algunos ejemplos fácilmente reconocibles por todo el mundo son las vitaminas, carotenoides, aminoácidos (componentes de las proteínas), sales y minerales.

La mayor parte de la dieta de los animales de granja se basa en maíz, trigo y soja.  Tales ingredientes por sí solos a menudo no pueden satisfacer las necesidades de los animales de granja en términos de requerimientos dietéticos de nutrientes esenciales, necesarios para garantizar su buena salud y su bienestar. Por lo tanto, para evitar posibles deficiencias, se necesitan aditivos para piensos.

La nutrición, no es la única función de los aditivos para piensos que ejercen para conservar y apoyar la sanidad y bienestar animal. Algunos ingredientes como aromatizantes y colorantes pueden estimular el apetito del animal durante ciertos periodos (al igual que ocurre con las personas), por ejemplo, durante el destete. Ha sido demostrado científicamente que otros aditivos, como los probióticos, ayudan a mantener el equilibrio de la microflora intestinal (parecido en humanos), apoyando al sistema inmunológico. Todas estas funciones en su conjunto ayudan a mejorar la sanidad y reducir las posibilidades de que los animales se contagien por microorganismos y enfermen.

Los aditivos para piensos también pueden mejorar el manejo y/o las características de higiene del pienso. Lo más importante es conservar la calidad y valor nutricional del pienso, lo que contribuye a la buena calidad de los productos finales de origen animal. Para poder producir alimentos saludables para las personas, los animales de granja necesitan un pienso de alta calidad que sea seguro, nutritivo e integral.

Por último, algunos aditivos para piensos pueden contribuir a calmar ciertas preocupaciones sociales, sobre todo por lo que respecta a la sostenibilidad. Por ejemplo, se ha demostrado que las enzimas reducen las emisiones procedentes de la producción ganadera (por ej. fósforo, metano), reduciendo así la huella de carbono.

¿Se puede utilizar cualquier ingrediente como aditivo para piensos?

No. Para poder utilizarse en el mercado de la UE, un ingrediente tiene que ser sometido a una serie de evaluaciones técnicas y científicas minuciosas en la UE antes de que se pueda utilizar como aditivo para piensos. Estas evaluaciones garantizan que todos los aditivos sean seguros no solo para los animales, sino para las personas que manejan el pienso, los consumidores de los productos de origen animal y el medio ambiente.

Antes de conseguir la autorización de comercialización para aditivos para piensos, las empresas tienen que proporcionar un dossier científico a la Comisión Europea, que a su vez pide una evaluación de riesgos a la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA). La EFSA evalúa los datos sobre la calidad, seguridad y/o eficacia del producto en los animales para los que está destinado, además de la seguridad para usuarios, consumidores y cualquier posible impacto sobre el medio ambiente. También se envían muestras del producto al laboratorio de referencia de la Unión Europea (EURL), que por su parte lleva a cabo los análisis pertinentes. Si el resultado de la evaluación científica de riesgos es favorable, en un próximo paso el aditivo tiene que ser aprobado por la Comisión Europea a través de un reglamento de autorización, que especifica las condiciones o restricciones del uso (por ejemplo, dosis máxima o mínima, especie animal) y otras especificaciones. Cualquier modificación en las condiciones de uso tiene que ser evaluada de nuevo antes de poder introducirla.

El resultado de la evaluación científica y el reglamento de autorización están disponibles para su consulta en las páginas web de la EFSA y la Comisión Europea, por ejemplo, el Registro de Aditivos de Piensos de la UE.

Por consiguiente, el proceso de autorización de la UE se basa en una evaluación de riesgos, la gestión de riesgos y la comunicación de riesgos, lo que ofrece una estructura que garantiza la transparencia y la seguridad de los alimentos.  

¿Podemos evitar el uso de aditivos para piensos?

Ahora más que nunca es imprescindible que la nutrición animal sea saludable y sostenible, sobre todo teniendo en cuenta lo mucho que hemos avanzado en nuestros conocimientos sobre las necesidades nutricionales del ganado. Anteriormente, el principal propósito era proteger a los animales frente a posibles carencias nutricionales. Hoy en día se ha ampliado este planteamiento para incorporar la garantía del bienestar animal, el respeto del medio ambiente y el apoyo a la economía.

Dejar de utilizar aditivos para piensos acarrearía consecuencias negativas importantes para los animales, el medio ambiente y los consumidores de productos de origen animal.  Un mundo sin aditivos para piensos podría significar, en muchos casos, la necesidad de utilizar más ingredientes para compensar los factores nutritivos esenciales. Tendría varias repercusiones, entre ellas el tener que afrontar las consecuencias de administrar un pienso innecesario y que podría resultar en una sobrealimentación y otras enfermedades, junto con el uso de más terrenos, agua y energía, lo que aumentaría la huella de carbono relacionada con la ganadería. La ganadería sostenible requiere de aditivos para piensos que contribuyen a mejorar el índice de conversión de alimentos para un uso más eficiente de la tierra, el agua y la energía.

Los aditivos para piensos también se utilizan para mejorar las características higiénicas (salubridad o integridad) y para conservar la calidad y la seguridad del pienso en sí, además de su contenido nutricional: sin aditivos, habría mayores índices de desperdicio, además de importantes riesgos para la salud provocados por mohos y bacterias indeseados.

Los aditivos para piensos también favorecen la digestibilidad del pienso y/o facilitan un uso más eficiente de los nutrientes presentes en la dieta. La ausencia o falta de disponibilidad de estos componentes esenciales significaría que los animales serían más susceptibles a microorganismos dañinos, y podría derivar en carencias nutricionales.  Los animales al no poder sintetizar algunos nutrientes esenciales (como ocurre en personas), tienen que conseguirlos por otros medios. Por ejemplo, se ha descubierto que una carencia de carotenoides en la dieta animal puede derivar no solo en una menor vitalidad y productividad, sino también en una disminución de la fertilidad, crías enfermizas que son más propensas a tener enfermedades, y tasas más altas de mortalidad. Por tanto, los aditivos para piensos son importantes para satisfacer las necesidades funcionales y nutricionales de los animales, además de mantener su salud y bienestar.

Para mayor información sobre los beneficios específicos de ciertos ingredientes en la nutrición animal, puede visitar las siguientes páginas:

Fuentes:
- https://ec.europa.eu/food/safety/animal-feed/feed-additives/eu-register_en
- Carotenoids in Animal Nutrition, FEFANA
- Reglamento (CE) Nº 1831/2003 del Parlamento Europeo y del Consejo de 22 de septiembre de 2003 sobre los aditivos en la alimentación animalhttps://eur-lex.europa.eu/legal-content/ES/TXT/?qid=1515502925814&uri=CELEX:02013R0068-20190220

¿EL USO DE PIENSOS COMPUESTOS INDUSTRIALES PUEDE OCASIONAR PROBLEMAS DE SANIDAD ANIMAL?

No. Independientemente del tipo de pienso (compuesto u otro), la manera más importante de evitar posibles problemas de sanidad y bienestar animal provocados por el pienso es garantizando su seguridad. La buena sanidad animal incluye el acceso a la nutrición que contenga todos los macro y micronutrientes necesarios para una buena salud.

Los fabricantes europeos de pienso compuesto tienen que cumplir con un marco reglamentario muy exigente que obliga a cumplir una serie de requisitos que garanticen la seguridad de los piensos, tanto para los animales como para los productos de origen animal consumidos por las personas. 

Un requisito previo para la sanidad y bienestar animal es que el animal siga una dieta que contenga todos los macro y micronutrientes necesarios. Este es el fin principal de los piensos compuestos. Es más, los fabricantes de piensos compuestos utilizan todos los conocimientos que ofrece la ciencia avanzada de la nutrición animal para formular piensos que coincidan con la estrategia de gestión sanitaria del ganadero para mejorar la salud de los animales y evitar la necesidad de tratamientos veterinarios.  

Dentro del contexto de la fabricación de piensos para rumiantes, sobre todo para el ganado bovino lechero, los fabricantes de piensos compuestos suelen proporcionar un concentrado de "pienso complementario enriquecido". Este pienso complementario pretende compensar las insuficiencias nutricionales de los pastos (sobre todo durante el invierno), y bajo ningún concepto se fabrica para obligar al animal a producir por encima de su capacidad. 

Enlaces para mayor información:


The Role of Animal Nutrition in Animal Health Management - https://fefac.eu/wp-content/uploads/2020/07/18_PR_5-Role-of-Animal-Nutrition-in-Animal-Health-Management-Briefing.pdf

Overview EU legislation related to animal feed production - https://ec.europa.eu/food/safety/animal-feed_en